Estás acostado en tu cama. Tú sabes que tienes que ir a la
escuela mañana a las siete y aún tienes los auriculares puestos y miras vídeos
en YouTube. Te das cuenta de que habrá problemas cuando tú madre vaya a tú
habitación y mire tu celular, aún encendido. Pero cada tarde es lo mismo. Te
quedas despierto en la cama, luego oyes el monótono clics de su teléfono
celular, lo que significa que ella solo está poniendo la alarma. Después de
unos segundos, escucharás sus pasos en las escaleras y la apertura de la puerta
de tu habitación. Luego, rápidamente dejas que el teléfono desaparezca debajo
de tu almohada. Después de que escuchas que la puerta se cierra de nuevo, sacas
tu teléfono y continúas con tu insomnio. Pero hoy no has escuchado el clic
monótono ni pasos en las escaleras. Hoy, tu puerta se abrió de repente y casi
no puedes guardar tu teléfono. Escuchas cómo tu madre se acerca lentamente y
sientes cómo tira de la manta alrededor de tu pie hacia un lado y sientes como
si su mano se envolviera alrededor de tu tobillo.
Pero luego oyes algo ...
Es el clic monótono de su teléfono celular, un piso debajo
de ti.
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